Tras el COVID-19, la depresión se ha convertido en la gran pandemia del siglo XXI; una patología funcional que afecta ya a más de 280 millones de personas en todo el mundo. El ZAP-X y la depresión, nuevos enfoques de la radiocirugía.
En la actualidad, se estima que más del 5% de la población en España está sufriendo depresión. Según la última encuesta europea de salud, si se habla de cifras más concretas, se podría estar hablando de que la sufren casi 4 millones de españoles. Unos datos a los que se suman los casos de ansiedad y estrés que se elevan al 15%.
La depresión es un trastorno mental que se caracteriza sobre todo por un bajo estado de ánimo y por episodios de tristeza o de dificultad para conciliar el sueño. Esta patología funcional se ha convertido en una de las más comunes entre la población y de un tiempo a esta parte, es uno de los campos en los que podrá enfocarse la radiocirugía y con un gran margen de mejora. La implementación de la radiocirugía en las patologías funcionales del cerebro puede marcar un antes y un después en trastornos como la ansiedad o las adicciones, que hasta ahora sólo se podían tratar mediante medicación u otras variantes.
Cambiar el panorama de la depresión
La depresión se ha convertido en los últimos años en una auténtica pandemia, unos datos en aumento y alarmantes que se unen a la complicada situación de la salud mental que se ha ido deteriorando cada vez más.
La depresión no hace distinciones, puede afectar tanto a jóvenes como a mayores, aunque tiene especial incidencia en jóvenes y mujeres, ya que el 16,5% de éstas últimas pueden llegar a padecer un caso de depresión grave a lo largo de su vida. Una patología mental en la que cada vez más gente se ve envuelta y en la que hay que incidir para poder combatirla o erradicarla.
España se ha convertido en el cuarto país de Europa con más casos de depresión, y la necesidad de nuevos tratamientos e investigaciones se hace cada vez más necesaria.
La radiocirugía, focalizada en las patologías mentales
La especialidad de radiocirugía está tratando de centrar sus esfuerzos en investigar cómo puede orientarse su implementación para combatir los trastornos funcionales del cerebro de los pacientes: tales como la ansiedad, la depresión o adicciones como el alcoholismo. Se trata de ofrecer otras herramientas para ayudar en los tratamientos de estos pacientes y donde el ZAP-X también se quiere enfocar.
Al igual que el dolor oncológico era hasta ahora intratable, la radiocirugía junto al ZAP-X podrían marcar un antes y un después también en el campo de las enfermedades funcionales, puesto que su funcionamiento y eficacia podría orientarse a cambiar el circuito funcional del cerebro para lograr una mejora en aquellas personas con cuadros de depresión, ansiedad o con tendencia suicida. Es uno de los campos donde se está poniendo el foco y se está investigando para aumentar los múltiples tratamientos que ofrece este sistema de radiocirugía, orientándolo a mejorar algunas áreas específicas del cerebro que se encuentran involucradas en el estado de ánimo del paciente.
IRCA apuesta por el tratamiento personalizado y la humanización del paciente: el ZAP-X y la depresión
El ZAP-X es uno de los sistemas de radiocirugía más punteros en el mundo y está encaminado a tratar tumores malignos y benignos, sin necesidad de cirugía o de ingreso, ya que es un proceso ambulatorio. Aunque no sólo aborda dichos tumores, ya que está orientado a las enfermedades funcionales y al dolor oncológico.
El Instituto de Radiocirugía Avanzada (IRCA) cuenta con un gran equipo médico, siempre encabezado por el neurocirujano Dr. Kita Sallabanda y la oncóloga radioterápica Dra. Morena Sallabanda. Este centro apuesta por la atención personalizada de cada paciente para ofrecer una evolución de cada caso junto a un grupo multidisciplinar, formado por médicos especializados en radiooncología, neurocirugía, neurología y neurorradiólogos.
La tecnología que ofrece ZAP-X incorpora elementos de inteligencia artificial que facilitan su uso. Al no utilizar fuentes contaminantes como el cobalto, ZAP-X no requiere de un búnker para evitar que la radiación salga al exterior, por lo que la máquina se encuentra en la superficie y provoca una menor sensación de claustrofobia, además de poder “humanizar” mucho más el tratamiento al no hacer uso de la anestesia.
Si quieres saber más sobre los tratamientos que se llevan a cabo en IRCA, no dudes en ponerte en contacto a través del teléfono 911 09 19 46.