Existen varios tipos de tumores cerebrales, por lo que además de los no cancerosos o benignos, nos encontramos con los malignos.

Cuando se habla de tumor cerebral nos referimos a la masa de células que se desarrolla de forma anormal en el cerebro, o en zonas de alrededor como la glándula pineal, la membrana o la glándula pituitaria, todo por cambios en el ADN de las mismas.

Las masas, en este caso malignas, suelen extenderse e invadir tejidos cercanos a la zona afectada, por lo que también podría darse el caso de que acabaran diseminándose a otras partes del organismo a través de la sangre o el sistema linfático; todo este proceso de extensión se denomina metástasis.

Antes de desarrollar los tumores cerebrales malignos, siempre hay que recordar que hay dos tipos de tumores dependiendo de dónde se originen: primarios o secundarios.

Se consideran tumores cerebrales primarios cuando éstos se originan en el mismo cerebro, aunque luego dicho tumor pueda acabar diseminándose a otras zonas. Los tumores primarios del Sistema Nervioso Central, según cifras del SEOM, representan sólo un 2% del total de los cánceres en personas adultas, eso quiere decir que se trata de un tumor poco frecuente, aunque existe una mayor incidencia en los hombres. Mientras que los tumores cerebrales secundarios empiezan en otras secciones del cuerpo para acabar afectando al cerebro.

Los tumores cerebrales varían en su tamaño, van desde muy pequeños a muy grandes y su diagnóstico va a depender de si sus síntomas se empiezan a notar de forma inmediata, ya que algunas partes del cerebro son más activas que otras.

La mayoría de los síntomas que aparecen ante un tumor cerebral están relacionados con el tamaño, la ubicación y la velocidad a la que éste se desarrolle.

Los tumores cerebrales: causas

Aunque por el momento se desconocen las causas que llevan al desarrollo de los tumores cerebrales, se tienen presentes varios factores de riesgo que pueden provocar que una persona tenga una mayor predisposición a sufrirlos. Según la SEOM, la parte genética podría tener “un papel en el desarrollo de los tumores cerebrales”, aunque no podría decirse que por ello sean hereditarios. Otra de las causas que predominan en los casos de tumor cerebral son los traumatismos.

Los tumores cerebrales malignos: tipos

En los tumores cerebrales malignos se pueden diferenciar varios tipos, entre los que se encuentran:

  • Glioma
  • Cordoma
  • Condrosarcoma

Glioma

El glioma es uno de los tumores primarios mencionados anteriormente, ya que tiene su origen en el cerebro y se desarrolla sobre las células gliales – lo que rodea las células nerviosas y repercute en su funcionamiento -.

A la vez que el glioma va aumentando su tamaño, se va formando una masa de células: tumor. Dicho tumor puede crecer y presionar al cerebro o a la médula espinal, causando diversos síntomas.

Síntomas del glioma

Van a depender de donde se encuentre ubicado el tumor, además del tipo de glioma, el tamaño o la velocidad a la que crezca. Los síntomas más comunes son el dolor de cabeza, las náuseas, sensación de confusión e incluso pérdida de memoria, entre otros.

Tipos de glioma

Están divididos según el tipo de célula glial, por lo que encontramos:

  • Astrocitomas: los astrocitomas que se encuentran en el cerebro pueden llegar a provocar convulsiones, dolores de cabeza y náuseas; mientras que los que se forman en la médula espinal causan debilidad o discapacidad en la zona en la que se encuentra el tumor.
  • Ependimomas: es un tipo de tumor que puede formarse en el cerebro o en la médula espinal. Puede llegar a aparecer a cualquier edad, aunque la mayoría de casos se dan en niños pequeños.
  • Gliobastomas: este tipo de glioma puede desarrollarse a cualquier edad, pero suele darse en personas adultas y sobre todo en hombres.
  • Oligodendrogliomas: se desarrollan cuando las células que se multiplican comienzan por el cerebro. Suelen darse en las personas adultas, pero pueden aparecer a cualquier edad.

El glioma es uno de los tumores cerebrales primarios más comunes y suele ser potencialmente mortal dependiendo de dónde se encuentre ubicado y cómo crezca.

Cordoma

Es un tipo de cáncer cerebral poco común, ya que se desarrolla en los huesos de la base del cráneo y en la columna vertebral. Su tratamiento es complicado ya que suelen originarse en estructuras críticas de nuestro organismo como el tronco encefálico, la médula espinal o arterias importantes.

Entorno a un 30% de todos los cordomas se desarrollan dentro del centro de la cabeza, más conocido como la base del cráneo.

Es un tipo de tumor al que se podría considerar “silencioso”, ya que no presenta ningún tipo de síntomas al inicio de su aparición.

Estos tumores se desarrollan a partir de las células de la notocorda, un tejido que se disuelve cuando el feto llega a las 8 semanas de edad, pero en estos casos algunas de esas células permanecen en la columna vertebral y la base del cráneo.

Tipos de cordomas

Los tipos de cordomas se diferencian según su aspecto:

  • Cordoma convencional: es el más frecuente.
  • Cordoma condroide: cuenta con características similares a un cartílago.
  • Cordoma mal diferenciado: tiene un crecimiento más rápido que el convencional.
  • Cordoma desdiferenciado: es el más agresivo.

Condrosarcoma

Es un tipo de tumor cerebral maligno poco frecuente, que generalmente comienza en los huesos pero que a veces puede aparecer en el tejido blando que se encuentra cerca de ellos.

El condrosarcoma suele darse, en mayor medida, en la pelvis, la cadera y el hombro.

Normalmente este tumor tiene un crecimiento lento, por lo que no presenta indicios o señales de alerta en sus inicios. Una vez que pasa el tiempo, este tumor maligno se manifiesta de forma física a través de un bulto o una hinchazón.

IRCA y los tumores cerebrales malignos

En IRCA, los principales tratamientos que se ofrecen se centran, entre otras patologías, en los tumores cerebrales malignos y benignos.

Gracias al sistema de radiocirugía más innovador en la actualidad, el ZAP-X, IRCA es capaz de tratar diferentes patologías, entre ellas los tumores malignos.

Por ello, el equipo médico de IRCA plantea un tratamiento personalizado para cada paciente que llegue al centro; encabezados siempre por el neurocirujano Dr. Kita Sallabanda y la oncóloga radioterápica, Dra. Morena Sallabanda.

Si necesitas contactar con nosotros, puedes hacerlo mandando un email a cfernandez@institutorca.com o a través del teléfono 91 109 19 46.